jueves, 9 de julio de 2009
DIETA PARA EMBARAZADAS
Alimentarse de una manera equilibrada y suficiente es importante durante toda la vida, pero lo es aun más durante el embarazo. Ya que los alimentos que consume la embarazada son la fuente principal de nutrientes de su bebé.
Una buena nutrición ayudara a tener un embarazo con menor probabilidades de complicaciones y favorecerá a la salud futura del bebé. Dado que el embarazo es una condición que incrementa el apetito, no hay que ponerse a comer compulsivamente. El aumento de peso progresivo, se debe en parte al bebé en crecimiento, a la retención de líquidos de la mamá y al desarrollo de otras estructuras para la gestación.
Diferentes estudios demuestran que un aumento razonable y seguro oscila entre los 11 y 16 kilos durante toda la gestación, sería alrededor de 2 kilos el primer trimestre, 5 kilos en el segundo trimestre y otros 5 kilos en el tercer trimestre. Cuando la embarazada está teniendo un aumento dentro de estos límites, significa que está incorporando las calorías necesarias, pero se debe evaluar si su dieta tiene los nutrientes que necesita
La dieta para embarazadas debe incluir:
Proteínas: son de importancia vital para el crecimiento, deberá ingerir unos 100 gramos de proteínas de alta calidad diariamente. Lo puede hacer consumiendo carnes magras, pescado y quesos.
Grasas: de las calorías diarias que consume la embarazada, no más del 30% deben provenir de grasas. Un exceso de su consumo podría derivar en un incremento de peso mayor al conveniente, pero no se las puede sacar de la dieta, ya que muchas grasas son esenciales para un buen desarrollo
Vitamina C: resulta esencial para muchos procesos, pero el cuerpo no lo puede almacenar, lo encontrará abundantemente en frutas frescas y vegetales
Calcio: es necesario para mantener un correcto funcionamiento de corazón, músculos y nervios, también para la coagulación y desarrollo de huesos y esmalte. Todas las mujeres deberían consumir al menos 1000 mg. Por días, las embarazadas deben incorporar un 20% más de esa dosis. Cuando la dieta no es rica en ese mineral, la madre le sede calcio de sus huesos al bebé, por lo que tiene riesgo de sufrir osteoporosis más adelante. Los alimentos más ricos en calcio son los productos lácteos.
Hierro: fundamental para que los glóbulos rojos puedan transportar el oxígeno. Se lo encuentra en hígado, sardinas, vegetales de hojas verde oscuro. Los requerimientos de este mineral aumentan en el embarazo, ya que no solo debe saldar las pérdidas normales, sino que hay que satisfacer las necesidades del bebé y de los nuevos tejidos.
Acido Fólico: esta vitamina, junto con el hierro no solo ayuda a prevenir la anemia; el darle a la embarazada ácido fólico, previene problemas durante la gestación y favorece a que el bebé tenga un sistema nervioso bien desarrollado, evitando casos de espina bífida y anencefalia.
No debe olvidarse del consumo suficiente de líquidos y evitar el consumo excesivo de sal. Esto podría conducir a un aumento de la presión sanguínea, pudiendo complicar el embarazo.
Muchas veces las embarazadas no ingiere nutrientes suficientes o no lleva una dieta del todo conveniente, en ese caso es bueno recurrir a suplementos, pero en ese caso las mejores recomendaciones las debe dar su médico de cabecera.
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